En un boicot sin precedentes en protesta por el ataque policial contra el afroestadounidense Jacob Blake, equipos de la NBA se negaron ayer a jugar forzando a la Liga a suspender toda la jornada y poniendo en jaque la continuidad de los Playoffs.
Indignados por un nuevo episodio de brutalidad policial contra la población de color en Estados Unidos, los Bucks de Milwaukee fueron los primeros en boicotear la jornada al no presentarse en la duela para el quinto partido de su serie de primera ronda ante el Magic de Orlando.
Esta negativa llevó, en una reacción en cadena, a que otros equipos que debían jugar ayer también se plantaran.
La decisión tuvo repercusión en otros deportes estadounidenses.
“A la luz de la decisión de los Bucks de Milwaukee de no pisar la cancha hoy (ayer) para el quinto partido contra el Magic de Orlando, los tres partidos han sido pospuestos”, confirmó la NBA en un comunicado.
Además del juego entre los Bucks de Giannis Antetokounmpo, actual Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA, y el Magic, también se aplazaron los duelos entre los Rockets de Houston y el Thunder de Oklahoma City y entre los Lakers de Los Ángeles y los Trail Blazers de Portland.
Estamos Hartos: LeBron James
Las protestas son una dramática escalada en la lucha de la NBA en favor de la igualdad racial.
“Exigimos cambio. Estamos hartos de esto”, escribió en Twitter LeBron James, la estrella de los Lakers de Los Ángeles, poco después del plantón de los Bucks.
Los jugadores de Milwaukee no dieron declaraciones a la salida de la cancha, pero su base suplente, George Hill, dijo al medio The Undefeated: “Estamos hartos de los asesinatos y la injusticia”.
Algunos jugadores están frustrados con la falta de resultados que perciben de sus reclamos en Disney World y han hablado sobre la posibilidad de volver a sus ciudades.
“Parece que estamos atascados, que las cosas no están cambiando, no estamos haciendo nada productivo”, dijo el camerunés Pascal Siakam, figura de los Raptors.