Los jugadores y entrenadores de la NFL se fueron a casa en marzo y se quedaron ahí durante los siguientes meses, como muchas personas en el mundo.
Las iPads se convirtieron en una parte fundamental del equipamiento deportivo. En vez de apretones de manos y palmadas, los jugadores se mostraron aprecio con emojis y videoconferencias.
Cuando la pandemia de coronavirus marginó a todos de sus ámbitos habituales, la creatividad fue clave. Para trabajar. Para seguir en comunicación. Y también para aquellos que se ganan la vida en los campos de futbol americano, quienes se toparon con la necesidad de reforzar sus vínculos como compañeros.
Así que muchos recurrieron a los videojuegos. Otros se lanzaron retos de trabajo en el gimnasio. Un equipo organizó una competición de cocina en línea. Uno más diseñó afiches inspirados en las películas.
Durante esta época de distanciamiento social, la cohesión de los equipos se convirtió en una misión para la alta tecnología.
Las instalaciones de los equipos seguirán cerradas para buena parte de los jugadores hasta el comienzo de los campamentos de prácticas, que llegaría el mes próximo. Normalmente, los últimos meses habrían estado repletos de reuniones personales, para que se conocieran los jugadores y entrenadores.
En este año, todo ha tenido que hacerse mediante las pantallas, con videoconferencias, llamadas telefónicas, sesiones remotas de gimnasio y cualquier otra cosa que a alguien se le ocurra.