Luto en el periodismo deportivo; falleció el gran Tomás Kemp Lozano

Por Javier Cervantes




SAN LUIS POTOSÍ, MX / 2021-02-27 02:22:36

El tintero se desbordó de lágrimas esta tarde de viernes, con el adiós del mundo terrenal, de un ícono de la crónica deportiva potosina: Tomasito Kemp Lozano.

El cáncer acabó con la apasionada, aventurera y bohemia pluma de Tomasito, el block de notas cerró para siempre sus interminables páginas, abrumadas de insólitas andanzas, correrías, encuentros y desencuentros, entre la farándula, los ídolos del deporte azteca, su infinidad de amistades y el apetitoso sabor de un buen mezcal.

La Virgen de Guadalupe, a la que solía dedicar sus crónicas le ha acogido con su sagrado manto, al recibir a uno de sus más fervientes devotos que le fue en vida. Su morena que le acompañaba por doquier, de ciudad en ciudad, de barrio en barrio, de bar en bar, ya lo envuelve.

Militante de la vieja guardia del periodismo deportivo potosino, desde los añejos 60’s, creó y pulió un estilo propio, rico en detalles, fuerte en emociones, plagado de cariño, pero a su vez de frenética emoción si de boxeo, lucha libre o futbol, según tratara el relato.

Planas y planas completas le hojearon por décadas en los diarios de papiro como El Sol de San Luis y El Heraldo, la nueva tecnología quizá le alejó de sus crónicas y exclusivas entrevistas, patrocinadas de bolsillo propio para trasladarse de una Ciudad a otra, de norte a sur, de bar en bar, pero las hemerotecas no mienten y habrán de atesorar ese cúmulo de experiencias fielmente recogidas.

“¿Por qué te moriste Javier?”, aludiendo a Javier Solís, fue una de sus expresiones clásicas en esas fantásticas tertulias, que protagonizaba con amistades y compañeros del medio, flotando el tema del toreo, el boxeo, la lucha libre, muy propios de la dorada época que vivió el deporte mexicano y la tauromaquia por los años 60’s y 70’s.

Tomasito fue un recurrente ganador de Premios de Periodismo, las nuevas generaciones habrían de saberlo, pero las más de 6 décadas en la jerga periodística, dieron peso a su rango de alto nivel periodístico, codeándose al lado de aquellos grandes como Angelito Vázquez, Rolando Palencia, Cuauhtémoc Bustos, Miguel Mora su gran amigo, Chávez Baeza, e infinidad de sus contemporáneos.

Supo ganarse el aprecio y admiración del lector, su calidad humana estaba a prueba de todo, eso le ayudaría de manera enorme para ahondar en la personalidad de sus entrevistados, como ocurrió con el mimo Mario Moreno “Cantinflas”, en lo más alto de su intrepidez reporteril, un trabajo que pasará a la historia si las escuelas de periodismo lo retoman.

Ni que decir de sus encuentros con el “Púas” Olivares, Chucho Castillo, “Alacrán” Torres, Mil Máscaras, Rayo de Jalisco, “El Conde” Ramírez, infinidad de etcéteras, si la palabra lo permite. Honda tristeza invade el medio deportivo, su barrio de San Sebastián, enlutece también, ya por ahí debería buscarse algún pasaje o bravo rincón que exhiba su nombre. Fue un cronista aguerrido y persistente desde su trinchera, ante la ruda Olivetti, que le tocó aporrear en el quehacer periodístico, como también en su profesión de abogado de oficio.

“Que se vea bonito, sírveles Martín”, “Me empieza a caer peligrosamente bien”, expresaba a los parroquianos, siempre y cuando escuchase a su orquesta predilecta, la de Ray Conniff, que le evocaba tiempos de juventud y de grandes aspiraciones de cara al futuro. Hoy el “Tema de Lara”, resuena con mayores decibeles en “San Sebas”.

La Crónica Deportiva de manera obligada está de luto este 26 de febrero. Un grande se ha ido, ya habremos de darle alcance y saludarle con un amarguito, de nueva cuenta.

Le quedan, su querida esposa María de la Luz Zamudio, y sus cinco hijos: Tomás, Óscar, Mónica, Luz María y Karla.

En paz descanse Don Tomás Kemp Lozano (aplausos muchos y muy merecidos para él).