Paola Urbieta reconoce que jugar en Rayadas le ayudó a crecer
Hace dos años, Paola Urbieta empezó a escribir su historia como futbolista profesional. La originaria de San Luis Potosí se unió en el entonces Apertura 2018 a las filas de Monterrey, donde vivió una de sus etapas más duras en lo que lleva de carrera, sin embargo, ahora agradece dicha situación ya que le ayudó a no desistir en lo que más le apasiona: “Mi paso por Rayadas fue de pasada, literal, pero de todo se aprende así que agradezco que me dieran la oportunidad de permanecer en la Liga y sé que estar ahí en la banca me hacía más fuerte porque en verdad quería debutar, jugar, pero no se me daba. Pasé días muy complicados, pero esa etapa me ayudó bastante para salir adelante; digo sabía que iba a ser complicado porque no era como firmar y ya vete a jugar, pero hubo momentos en los que pensaba renunciar y ya dedicarme nada más a lo que estudiaba y otros en los que quería seguir luchando porque sabía que iba a ser muy complicado y sentí que el entrenador no confiaba en mí, sentía esa desconfianza así que me cuestionaba: ¿Realmente puedo o no quiero?”, relató al Diario de los Deportistas.
“La verdad es que fue una etapa dura pero de mucho aprendizaje porque gracias a eso soy la persona que soy ahora, y en la actualidad ya es muy complicado que desconfié de mí, ahora soy más fuerte tanto en la parte física de trabajo como en lo mental”, añadió.
Decidida a dar lo mejor de sí, Urbieta no dejó de trabajar y para el Clausura 2019 se le abrió la puerta que tanto esperaba cuando llegó como refuerzo a Gallos: “Llego y me dan la confianza, ahí me doy cuenta que podía hacer grandes cosas, así que se me da bien agarrar un lugar de titular y hasta me dan el rango de capitana, algo que fue muy bonito porque venía de un semestre complicado donde no había tenido minutos”, dijo sonriente. “De hecho pensaba seguir más ahí en Querétaro, pero cuando el Atlético sube obvio tenía que tener un equipo femenil y mi papás eran de: ya vente acá, y dije: pues estaría bueno porque ya llevaban 6 años y medio fuera de San Luis, así que pensé que era tiempo de volver, fui a hacer visorias, lo que no fue nada fácil porque había muchas que querían ser parte del equipo, así que tuve que hacerme de un lugar”, explicó la dorsal número tres.
Poco a poco, la zaguera se ha hecho de un puesto en el cuadro de San Luis y pese a que se ve mucho tiempo con dicha institución, confesó que en un futuro espera trabajar en algún club: “Ahorita me veo en el Atlético y soy de las personas que si planea pero las cosas se te presentan, ahí agarras tu camino. Sé que hay límite en el futbol, pero al final de mi carrera me gustaría dedicarme a algo cercano, por eso estoy en proceso de terminar la maestría e irme por la línea de alto rendimiento, o estudiar para dirigir “, selló con ilusión.