El comisionado de la NFL Roger Goodell informó a los 32 equipos que deberán realizar este verano los campamentos de entrenamiento dentro de las instalaciones principales en su ciudad debido a la pandemia de COVID-19.
La mayoría de los equipos se queda en sus complejos de prácticas todo el año, pero Dallas, Pittsburgh, Kansas City y Búfalo se encuentran entre las franquicias que realizan sus campamentos en otras localidades.
Los Cowboys y Steelers tienen programado disputar el partido del Salón de la Fama el 6 de agosto en Canton, Ohio, y serán los primeros dos equipos que abran sus campamentos a finales de julio. Normalmente Dallas entrena en Oxnard, California, y Pittsburgh en Latrobe, Pennsylvania.
Los Cowboys nunca han realizado toda su pretemporada en casa. Los Steelers han entrenado en el St. Vincent College de Latrobe, una localidad cercana a Pittsburgh, desde hace más de 50 años.
La liga ha cancelado todas prácticas que impliquen la asistencia de los participantes a las instalaciones, y apenas comenzó a abrir los complejos hace dos semanas de manera limitada. Ningún entrenador ni jugadores, excepto aquellos que estén recibiendo tratamiento médico y en rehabilitación, tiene permitido ingresar a las instalaciones.
La NFL espera que pronto puedan abrir por completo los clubes aunque bajo estrictos lineamientos médicos incluyendo protocolos de distanciamiento social.
Un equipo que se encuentra en una especie de limbo son los Raiders. Por supuesto, su mudanza a Las Vegas se ha complicado debido a la pandemia.
Los Raiders habían realizado entrenamientos en su complejo en Alameda cerca de Oakland y tenían planeado realizar un campamento de entrenamiento en Napa, una hora al norte del área de la Bahía de San Francisco, como normalmente lo hacen. Pero podrían mudarse por completo a sus instalaciones en Henderson, Nevada.
Los Bills han acudido a St. John Fisher College afuera de Rochester, Nueva York desde el 2000 aunque cada vez pasan menos tiempo en ese campamento desde que llegó el entrenador Sean McDermott.
Los Bills ampliaron su centro de prácticas en sus oficinas central y el año pasado presentaron un nuevo centro de entrenamiento con sala de pesas. Esa instalación cuenta con el mejor equipo y costó alrededor de 18 millones de dólares.
