Grandes Ligas a la puerta de conflictos económicos

Todo el beisbol podría afrontar pronto un cierre patronal y una abreviada temporada en 2022 de las Grandes Ligas, luego que la pandemia de coronavirus ha acentuado la posibilidad de la primera huelga en el deporte desde 1994-95.

El virus ha puesto en evidencia cuáles son los principales intereses económicos de cada bando: los jugadores están más interesados en la temporada regular, cuando cobran todo su salario; los dueños se desviven por la postemporada, cuando se facturan 787 millones de dólares en ingresos por derechos audiovisuales.

Los dueños de las Grandes Ligas tendrán que tomar una decisión sobre la magnitud de la temporada regular, luego que el jefe del gremio de peloteros Tony Clark afirmó la noche del sábado que “desafortunadamente, parece que un mayor diálogo con la liga sería fútil”.

Bruce Meyer, el principal negociador del sindicato, envió una carta al subcomisionado conminándole “que nos informen de sus planes al final de la jornada laboral del lunes”.

Un acuerdo alcanzado el 26 de marzo entre los peloteros y las mayores contempló salarios prorrateados y ataba a las partes a tratar de “completar la temporada y postemporada de 2020 de la mejor manera económica posible”. El acuerdo tenía que ser conforme con una serie de requisitos: sin restricciones de los gobiernos a congregaciones y viajes, además de no conllevar riesgos de salud, “para poder disputar partidos con público en cada de los estadios de los 30 equipos”.

El comisionado Rob Manfred amenazó con una temporada regular de casi 50 juegos, en la que los peloteros cobrarían alrededor del 31% de sus salarios, unos 1.230 millones de dólares. Eso sería menos a los 1.270 millones que tenían garantizados en una oferta que rechazaron, un acuerdo que tendría un valor de 1.450 millones si se completa la postemporada.

MLB podría tomar una decisión luego que Manfred consulte a los 30 propietarios de equipos.