- Sus inicios como jugador fueron en los campos de tierra de la capital potosina, donde su talento natural lo convirtió en auténtico líder.
- Ya en la década de 1970, se dedicaba a entrenar a niños y jóvenes en las colonias como Industrial Mexicana, Popular y Ferrocarrilera.
José Ángel “Pini” Herrera Hernández, el exfutbolista y luego entrenador, al fallecer el 27 de diciembre reciente, deja un grato recuerdo, un notable legado al futbol de San Luis Potosí, y una ejemplar historia que contar.
En su paso terrenal, destaca su dedicación a formar muchas generaciones de futbolistas, a pesar de las precarias condiciones de los campos y la falta de remuneración, “Pini” se caracterizó por su pasión, su estilo de juego estratégico y su influencia positiva en la vida de sus alumnos, muchos de los cuales lograron destacar en el deporte. Su larga trayectoria y su impacto duradero en el fútbol local, culminó con el éxito de uno de sus pupilos: el exfutbolista profesional de Real San Luis, Omar Domínguez. La importancia de “Pini” no fue solo como entrenador, sino también como mentor que formaba ciudadanos.
La carrera de “El Pini”, se desarrolló como jugador, principalmente en San Luis Potosí, durante las décadas de 1960, 1970. Más tarde y hasta sus últimos días, aún en este 2024, lo hizo como instructor.
La filosofía de “El Pini” al entrenar jóvenes futbolistas se basaba en la formación integral, buscando desarrollar no solo habilidades deportivas, sino también ciudadanos de bien.
Su frase “si no sale un buen futbolista, al menos sí, un buen ciudadano”, resume su enfoque social, priorizando la formación de valores a través del deporte.
Aquellos chamacos con zapatos rotos y uniformes deshilachados, agradecerán por siempre la atención y las enseñanzas que les dedicó en su formación futbolística.
“El Pini” se dedicó a gestar incontables generaciones de futbolistas sin recibir remuneración a cambio, demostrando un compromiso desinteresado con la niñez y la juventud.
Su exigencia en el entrenamiento se debía a la competencia y a su deseo de que los jóvenes alcanzaran su máximo potencial. A pesar de su enfoque en la disciplina y el esfuerzo, no dejaba de lado la importancia de disfrutar el juego.
Como futbolista, “El Pini” se destacaba por su estilo ágil, habilidoso y estilizado. Era un jugador que llamaba la atención por su capacidad de controlar el balón, trasladándolo desde la media cancha hasta el área rival. Se caracterizaba por su visión de juego, por dar pases precisos y realizar disparos distantes y potentes a la portería contraria.
Su dominio del balón le permitía resolver partidos a favor de su equipo en los momentos cruciales. Ejecutar los tiros libres era su especialidad, un recurso que utilizaba con gran efectividad. Su liderazgo en el campo era evidente, actuando como un verdadero entrenador dentro del terreno de juego. Previo al inicio de las acciones, “El Pini”, trazaba sobre la superficie de aquellos polvosos campos, la estrategia de su equipo, como buen entrenador de aquellos ayeres.
Con orgullo, portaba la camiseta esmeralda de la Selección Industrial y se echaba el equipo al hombro. De la misma forma llegó a sumarse a una pléyade de magníficos futbolistas que integraron la Joyería León y que encabezaba la familia Mendoza Montoya, en la capital potosina.
Descanse en Paz, Ángel Pini Herrera, el futbolista dueño de una gran historia que contar.









Desde 1986, redactor deportivo en San Luis Potosí, Mex.