- Sus inicios como jugador fueron en los campos de tierra de la ciudad, donde su talento natural lo convirtió en un líder.
- Ya en la década de 1970, se dedicó a entrenar a niños y jóvenes en colonias como la Industrial Mexicana, la Popular y Ferrocarrilera.
- Su labor como entrenador se extendió por décadas, dirigiendo en campos como el Benito Juárez, Pasteurizadora, Central y Avantram, entre muchos más.
- “El Pini” continuó entrenando hasta tiempos recientes, con la misma pasión que en sus inicios.
José Ángel “Pini” Herrera Hernández, el exfutbolista y luego entrenador, al fallecer el 27 de diciembre, deja un grato recuerdo y un notable legado al futbol de San Luis Potosí.
Su historia destaca su dedicación a formar generaciones de jugadores, a pesar de las condiciones precarias de los campos y la falta de remuneración. “Pini” se caracterizó por su pasión, su estilo de juego estratégico y su influencia positiva en la vida de sus alumnos, muchos de los cuales lograron destacar en el deporte. Su larga trayectoria y su impacto duradero en el fútbol local, culminó con el éxito de uno de sus pupilos, Omar Domínguez. La importancia de “Pini” no fue solo como entrenador, sino también como mentor que formaba ciudadanos.
La carrera de “El Pini” se desarrolló como jugador principalmente en San Luis Potosí, durante las décadas de 1960, 1970.
La filosofía de “El Pini” al entrenar jóvenes futbolistas se basaba en la formación integral, buscando desarrollar no solo habilidades deportivas, sino también ciudadanos de bien.
Su frase “si no salía un buen futbolista, al menos sí, un buen ciudadano” resume su enfoque, priorizando la formación de valores a través del deporte.
“El Pini” se dedicó a gestar incontables generaciones de futbolistas sin recibir remuneración a cambio, demostrando un compromiso desinteresado con la juventud.
Su exigencia en el entrenamiento se debía a la competencia y a su deseo de que los jóvenes alcanzaran su máximo potencial. A pesar de su enfoque en la disciplina y el esfuerzo, no dejaba de lado la importancia de disfrutar el juego.
Como futbolista, “El Pini” se destacaba por su estilo de juego ágil, habilidoso y estilizado. Era un jugador que llamaba la atención por su capacidad de controlar el balón, llevándolo desde la media cancha hasta el área rival. Se caracterizaba por dar pases precisos y realizar disparos potentes a la portería.
Su dominio del balón le permitía resolver partidos a favor de su equipo en los momentos cruciales. Además, los tiros libres eran su especialidad, un recurso que utilizaba con gran efectividad. Su liderazgo en el campo era evidente, actuando como un verdadero entrenador dentro del terreno de juego. Previo al comienzo del juego, “El Pini” trazaba sobre la superficie del terreno, la estrategia del equipo como buen entrenador de aquellos ayeres.
Llevaba la camiseta esmeralda de la Selección Industrial y se echaba el equipo al hombro. De la misma forma llegó a sumarse a una pléyade de magníficos futbolistas que integraron la Joyería León y que encabezaba la familia Mendoza Montoya, en la capital potosina.
Descanse en Paz, Ángel “Pini” Herrera.
Desde 1986, redactor deportivo en San Luis Potosí, Mex.