Agustín Juárez, el máximo ciclista histórico de SLP



*Aunque el tiempo pasa, aquella memorable participación en los JO México 68, quedó marcada para el deporte potosino con su participación.

Por JAVIER CERVANTES RAMÍREZ

SAN LUIS POTOSÍ, MX | 2023-05-04 23:49:27

Enmedio de un mundo convulsionado, de grandes cambios sociales, Agustín Juárez Ortiz, el ciclista potosino del barrio de Tequisquiapan, buscaba la gloria en los Juegos Olímpicos México 68, y estuvo a nada de lograrlo, factores adversos le impidieron alcanzar una presea más, de las 9 logradas, para el país del águila devorando una serpiente sobre un nopal.

Disciplinado y estricto consigo mismo, de anatomía atlética, Agustín Juárez, pretendía tener en un puño alguna de las preseas que estaban en disputa, por lucha no quedó, de hecho aún vive una “espinita clavada”. Ya había probado el sabor del triunfo pero sus ideales lo empujaban mas allá.

Sus exitosas actuaciones previas le respaldaban, el ciclista potosino ilusionaba a la gente: “la vez que gané la Vuelta de México, mi madre tenía una tiendita, estaba tan feliz que a todo mundo le regalaba refrescos, cervezas y todo lo que ahí tenía”.

Pero el salto importante estaba en los JO México 68, “Creo que pude haber hecho más en mi prueba, competía contra lo mejor del mundo, pero me había preparado bien y tenía los resultados necesarios para alcanzar algo mejor, sin embargo enfrentamos factores adversos”.

A 55 años de distancia de aquel episodio, Agustín, nos afirma que aquella fue una inolvidable participación, muy difícil de que alguien pueda vivirla en su propia tierra, lo cual fortalece los lazos familiares, del pueblo y de la comunidad deportiva, considera.

Agustín, se inició en el ciclismo, compitiendo con una bicicleta “turismera”, pero gracias a la afición de su padre por este deporte, se hizo el sacrificio de comprarle una “sport” en pagos.

Nervios, ilusiones, sentimientos encontrados, de todo experimentaba en mente y físico, previo a la participación cumbre en el México 68, llegado el día, su relato es vehemente y honesto:

“Creo que ese día, pude haber hecho más en mi prueba, competía contra lo mejor del mundo, pues me había preparado bien y tenía los resultados necesarios para alcanzar algo mejor, sin embargo enfrentamos factores adversos”: Agustín Juárez Ortiz.

“Afortunadamente pudimos estar ese día a todo. Porque desde la salida a los 8 kilómetros ya estábamos escapados, pero, nos alcanzaron faltando unos 10 kilómetros”.

“Yo sentí que se pudo haber hecho más, pero bueno, la reacción cuando le llegan a uno al final es de mucha inquietud, por más lucha que todavía le seguí haciendo, ya no fue posible.

“Lo que pasó es que estuvimos adelante durante la competencia, pero llegó ese momento en que sí nos faltó. Los ciclistas nos llegaban y nos salían por todos lados, unos salían y otros entraban al grupo. Desgraciadamente se nos escaparon seis, de uno por uno. A mi me agarraron dos colombianos y no me soltaron hasta que llegamos a la meta”.

“El circuito olímpico comprendía 25 kilómetros y un poco más para los 202 de la ruta, le dimos ocho vueltas. La meta estaba adelante de El Toreo. Prueba a la que más adelante la bajaron a 175 kilómetros, en Juegos Olímpicos.

“La topografía de México era más fuerte que en muchos otros lugares. Aunque se le bajó cerca de 20 minutos a la mejor Olimpiada que se había realizado en tiempo. El sol era muy fuerte, diríamos quemante, por la mañana a las 8:00 horas estaba bien, pero no duró mucho”.

Aquello era una típica fiesta mexicana.
“Por todo el amplio circuito de 25 kilómetros, Ciudad Satélite, estaba llenísima de espectadores.

“Desde el Toreo, en los puentes, por todos lados. Pero a nosotros sí nos afectó un poco tener el público de nuestro lado. El director técnico Luigi Casola, trató de hacer un bien, pues nos dejó en el Centro Olímpico Mexicano, para que estuviéramos tranquilos, de ahí salíamos a entrenar y estaba cerca de la competencia. Pero la verdad fue mucho encierro estar nosotros solos desde el día 6 de octubre, pues ya estaban todos concentrados en la Villa Olímpica. La presión del encierro siento que nos afectó”.

Agustín pudo haber hecho algo mejor.
Yo pude haber hecho mucho más. Pero mi rival a vencer, que era el más fuerte y que salió del grupo de cinco, no lo quise soltar. Era un italiano Bramucci (Giovanni) que yo conocí en Europa desde un año antes, y que ya había venido a México también.

“Era el hombre a vencer y Pierfranco Vianelli, que fue el ganador de la medalla de Oro, lo hizo sobre el circuito olímpico de ruta que yo ya había ganado en tres ocasiones, Yo ya había hecho lo que él hizo.

“Se escapó un sueco junto con un danés y Vianelli, seguidos de un español y uno de Yugoslavia, para un grupo líder de seis. Atrás veníamos un grupo como de 15 corredores, disputándonos el séptimo lugar. Al finalizar la prueba los jueces determinaron que mi lugar fue un noveno, detrás de un alemán y uno de Bélgica.

“Yo fui el mejor ciclista mexicano de la prueba, los demás se fueron retirando, Heriberto (Díaz) estaba terminando pero se quedó, yo le decía ¡vamos, vamos, métete!, pero ya venía muy mal”.

El gran Agustín Juárez, es un histórico del ciclismo potosino, miembro de una época dorada donde también brillaron pedalistas como Felipe “Tigrillo” Liñán, Marcelino Gallegos y Mauricio Mata, a quien él considera como uno de los mejores exponentes mexicanos.

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Acerca de Javier Cervantes

Informador deportivo en la Ciudad de San Luis Potosí, México, desde 1986.

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